Hace algunos días, pensaba al respecto de la necesidad de pertenencia que tenemos los seres humanos. Nos sentimos plenos y felices cuando somos aceptados o pertenecemos a una unidad. La moda es una de las muestras más interesantes de esta situación. Y aunque la moda no sea tu principal prioridad, a la larga terminarás siendo parte de un grupo. Pero en países como el nuestro, esa necesidad de pertenecer en realidad se convierte en un deseo de no sobresalir.
En mi corta experiencia como diseñador me he topado con comentarios como: “puede hacerlo en otro color, tal vez negro. Es que así no me van a ver tanto” “Es que los colores chintos no me gustan, mejor algo discreto” “Es que solo la gente corriente es la que usa eso”. ¿A qué le tenemos tanto miedo en realidad? ¿Qué es lo que nos asusta de sobresalir o de usar algo diferente? En realidad quisiera tener una respuesta, pero solo se me ocurren un par:
¡¿Qué van a decir?!: En serio, los guatemaltecos sufrimos de un terrible temor a lo que nuestros vecinos, compañeros de oficina y gente que no conocemos pueda opinar de nosotros. Y si dicen algo, ¿qué es lo peor que puede suceder? ¿Es que acaso ellos son los dueños de la verdad absoluta y todo lo que salga de sus bocas debe ser respetado y tomado muy en serio? La verdad creo que no. Es hora de que dejemos de depender de lo que sale de la boca de otras personas y seamos un poco más libres (acá me extiendo más allá de la moda y hablo de la vida en general).
Ser tachados de poco inteligentes: Muchos tienen la idea de que la gente que nos dedicamos a algo relacionado con la moda tenemos aire en el cerebro, que en nuestras venas circulan bebidas carbonatadas de cola y que respiramos solo si tenemos puesto algo de marca (que no descarto que hay algunos casos, lamentablemente). Pensar en qué ponernos cada día, planificar que usar para un evento o simplemente comprar algo por gusto no te va a hacer menos inteligente. Dudo que las neuronas mueran al momento de intercambiar dinero por una prenda o accesorio. La moda se inspira en la cultura actual, en el arte, en la ciencia (si no que se los diga Hussein Chalayan), en la historia, en la música, en la política (en mi cabeza resuena Vivienne Westwood) y en muchas otras cosas más que distan de ser banales y poco importantes. Dejen de creer en los estereotipos que promueven las películas y la televisión.
La sexualidad: Esta causa es mucho más aplicable a los hombres. La preferencia sexual no tiene nada que ver con el tipo de ropa que se usa o se elige. Existen muchos hombres homosexuales que no prestan atención a lo que se ponen, así como también muchos heterosexuales que disfrutan de llevar las últimas tendencias. Todo es cuestión de dejar los prejuicios atrás, pensar con una mente más abierta y como mencionaba dos párrafos arriba, dejar de pensar en el “¡¿Qué dirán?!”
A estas alturas, creo que este tipo de temas nos sirven para darnos cuenta de cómo está nuestra sociedad. Como cosas que pueden parecer poco importantes y superficiales, son una muestra de lo aterrados y poco seguros que somos; de la poca tolerancia y de la conformidad que tenemos; y de lo poco que nos educamos y nos informamos.
En fin, cosas que uno piensa de vez en cuando.
Gracias por leernos! :D